No dejes ninguna página de tu vida en blanco.

lunes, 22 de octubre de 2012

Lunes Relatado

Hasta el Amanecer (Parte 1)




Ahí estoy yo, en una fiesta de gente que no conozco, con un vestido de tubo que me está asfixiando y con tanto maquillaje que no sé cómo no me meten en el circo. Miro a Johanna, mi mejor amiga, quien va exactamente igual que yo, sólo que con una gran sonrisa iluminándole la cara. Johana conoce ya a algunas personas de la fiesta, pero se ha empeñado en traerme con ella para tener a alguien con quien criticar los vestidos de las otras chicas.

— Mira ese grupo de gente —Me dice, acercándose a mi oído para poder escucharla por encima de la música—, son todos unos horteras.

Giro la cabeza hacia donde señala sin discreción alguna, y veo a varias personas charlando, bebiendo y bailando. Cada una va diferente, pero siguen el mismo patrón. Gafas de pasta grandes, pajaritas, camisas o pantalones con colores fuertes... Me encojo de hombros, no sé qué opinar al respecto. Cada persona va como le da la gana, ¿no?

— ¿Y esos? —Señala a la otra esquina. Me giro y veo a un grupo que van con una ropa más normal, como quien va a dar una vuelta por la calle—. Parece que se han colado en la fiesta. Y, ¡oh, Dios mío! ¡Mira ese bombón!

Le veo, y siento que el mundo se detiene. Hay electricidad a mi alrededor, y mi corazón se acelera, al igual que mi respiración. Esa sudadera, esa gorra, ese flequillo rubio cayéndole sobre la frente, esos ojos azules, esa radiante sonrisa. Johanna y yo nos lo quedamos mirando demasiado rato, pero el chico ni se inmuta, ya que está demasiado ocupado charlando con sus amigos. Después de unos minutos que parecen segundos, Johanna se gira para hablarme.

— Ve a por él —Abro la boca para protestar o poner alguna excusa, pero ella me corta—. Tía, yo ya tengo novio. ¡Tienes que ir a hablar con él!

— ¿Tú estás loca? —Retrocedo unos pasos, pero Johanna me coge de los hombros y me frena—. ¡Que no pienso ir!

— Ah, bueno... Pues haz lo que quieras, total, tampoco eres capaz de conquistar a un chico como él —Sé que lo hace para herir mi orgullo, lo sé perfectamente, y, sí... lo consigue.

— ¿Cómo que no? —Coloco los brazos en jarra y arqueo una ceja, mientras veo cómo Johanna intenta ocultar una sonrisa triunfante.

 — Te doy hasta el amanecer para que él te bese, ¿trato hecho? —Me tiende la mano tentadoramente, y yo soy tan tonta que la acepto.

— Trato hecho.

Y sellamos nuestro trato con un movimiento de brazos. Me coloco bien el vestido, me atuso el pelo y exhalo aire intentando expulsar los nervios por la boca. Estoy lista para una noche de conquista.

4 comentarios:

  1. Me encanta como escribes y espero poder leerlos todas las semanas. Lo espero con entusiasmo:)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas graciaaaaas! :3 Yo voy a intentar subir todas las semanas jajaja.

      Eliminar