No dejes ninguna página de tu vida en blanco.

viernes, 12 de octubre de 2012

Pensamiento Inspirador

Algunos días me aburro tanto que me pongo a pensar en mis cosas, y tarde o temprano acaba pasando... Llega un pensamientos inspirador que me impulsa a escribir algo, lo que sea. Me pongo en el ordenador y dejo que mis dedos tecleen. Así que algún día, me saltaré los horarios que tengo para cada día de la semana y subiré un relato.

Sobre ruedas:





Patino al son de la música de mis auriculares mientras esquivo con agilidad a las personas que irrumpen en mi camino. Cierro los ojos, disfrutando de la fresca brisa del otoño. De pronto, mis patines tropiezan con un agujero que hay en el suelo y me caigo al suelo de culo. El iPod se sale de mi bolsillo y se desenchufa de los auriculares. Lo cojo rápidamente y compruebo si está bien.

Mierda.

El cristal se ha rayado por culpa de una piedra del suelo. Enrosco los auriculares alrededor del iPod y lo meto de nuevo en mi bolsillo. Antes de poder hacer nada más, veo una mano. Un chico me está tendiendo la mano para ayudarme a levantar, uno monísimo además. La acepto, obviamente. Al ponerme de pie, me doy cuenta de que él también lleva patines.

— ¿Estás bien? —Me pregunta con una voz que me deja anonada.

— Sí, gracias.

— ¿Seguro? —Insiste, y me gusta que insista.

— Ya te he dicho que sí —Río, procurando enseñar todos mis perfectos dientes. Ahora es cuando me doy cuenta que ha valido la pena sufrir tres años con braquets.

— Perfecto, entonces podrás hacer una carrera.

— ¿Una carrera?

— Sí, de patines. Hasta la heladería, ¿quieres?

— Claro —Ambos sonreímos burlonamente—, y quien gane invita a un helado al otro.

— Trato hecho, ¿preparada?

— ¡Ya!

Salgo antes que él, patino a una velocidad que ni yo sabía que podía llegar. El chico me pisa los talones, pero gracias a mi destreza con los patines consigo que no me adelante. Diviso la heladería, acelero y llego. 
¡Genial! Helado gratis, helado gratis, helado gratis. ¡Y con un chico guapísimo!


— Patinas bien, ¿eh? —Dice el chico, una vez que ha llegado a mi lado.

— Gracias. Estaba deseando encontrar a alguien con quien merezca la pena competir... aún no lo he encontrado —Saco la lengua, mientras el chico finge que le han dolido mis palabras. No sé por qué, pero no puedo dejar de sonreír—. Mi helado de nata y chocolate, por favor.

— Qué tía... —Niega sonriente, mientras yo luzco una sonrisa orgullosa. El chico se va a la cola, y no tarda en volver con dos helados en la mano, el mío y el suyo, de mandarina y nata—. Soy Dan.

— Yo Cris, encantada —Patinamos tranquilamente, mientras nos tomamos el helado.

— ¿Qué te parece si quedamos algún día para patinar?

— Guay. Y algún otro día podemos quedar a patinar, pero sin patines —Dan ríe por mi mala sutileza.

— Por mí perfecto.

Seguimos patinando el resto de la tarde, hasta que se hace la hora de volver a casa. Nos despedimos, no sin antes darnos nuestros números de teléfono. Cuando llego a casa, me tiro en la cama, coloco una almohada en mi cara y grito de emoción. Creo... creo que me he enamorado.   

4 comentarios:

  1. jajajaaj oinnnsss que bonito y chuli jaajaj xD

    ResponderEliminar
  2. Me gusta. :3 Esporádico y cursi, persfecto.
    ¿Has probado a usar alguna vez el estilo indirecto? A mí personalmente me parece genial, pruébalo en algún relato a ver si te gusta. :3 [No sé si lo habrás hecho ya, voy a seguir leyendo un poco más].
    Pero me ha gustado, chi. Sigue escribiendo, pls. (x

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ains, muchas gracias por leer :3 Pues la verdad, suelo escribir más en primera persona, me cuesta menos. Pero alguna cosita he escrito en estilo indirecto y sí, queda más "profesional" jajaja. Ya subiré alguno en tercera persona :)
      ¡Gracias por pasarte! Un besito :)

      Eliminar