Dios, ¿por qué es todo
tan jodidamente difícil? ¿Por qué a mi temprana edad he de tomar decisiones
correspondientes a las de un adulto? No puedo, no soy capaz. Piense lo que
piense, diga lo que diga, haga lo que haga... me acabaré sintiendo mal como
persona. No estoy preparada para afrontar lo que me está pasando, y dudo si voy
a ser capaz de hacerlo sola. Estoy cansada de hacerme la fuerte y aguantarme
las lágrimas, pero es que eso lo que se supone que debo hacer ¿no? No permitir que nada me
hunda y sonreír a lo malo para demostrarle que soy más fuerte él. Pero estoy
cansada, esta situación me supera. Yo sólo quiero que todo vuelva a como era
antes. Me río ante aquel pensamiento, ya que sé perfectamente que no es más que
una fantasía que jamás ocurrirá. Me gustaría volver a los tiempos en los que
funcionaba, cuando todo iba bien, cuando todos éramos uno. Pero es
imposible, de nada sirve mirar a un atrás que nunca volverá, de nada sirve
pensar en un pasado roto. Debo mirar hacia delante y seguir, debo forzarme para
madurar antes de tiempo y conseguir la suficiente valentía como para ser capaz
de decir lo que pienso antes de que sea demasiado tarde. Aunque mientras tanto, utilizo las palabras para
inmortalizar mis pensamientos, junto con el salado sabor de mis lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario